lunes, 3 de junio de 2024

El pensamiento y sus empresas

 En el año 1993 Julián Marías dirigió un curso titulado "Un programa para España", organizado por FUNDES. Impartido en el local de la Cámara de Comercio de Madrid. Los folletos de estos cursos se pueden seguir en el siguiente enlace: Cursos de Fundes

 La idea de su contenido se puede apreciar en la imagen siguiente:


La primera conferencia de ese curso se tituló "El pensamiento y sus empresas". Seguidamente voy a mostrar sus ideas en los apuntes de un asistente a la misma:


Nos proponemos en este curso buscar un proyecto para España que tenga en cuenta su larga historia, historia que tiene una gran coherencia. El alma de las naciones son sus proyectos, más importantes que los recursos. Lo propiamente humano es el proyecto, quién intentamos ser. En la vida colectiva es distinto, porque no hay un quién colectivo, pero también es necesario un proyecto.

El proyecto de España no tiene que partir del aislamiento, sino que ha de contar con el conjunto de la realidad entorno.. Cualquier nación con solo sus propias ideas sería inviable y sin sentido. Toda la tradición nuestra y la de nuestros vecinos nos pertenece.

Conviene tomar la realidad entera de España, sin provincianismos. Es necesario poseer la realidad actual, acorde con la altura del tiempo y con la hondura del tiempo. Por ello a veces hay que hacer cosas extemporáneas.

Lo más grave de nuestro tiempo es la falta de pensamiento. Si esto se supera habría un horizonte abierto, los problemas serían mucho más factibles de superar. Parece que el pensamiento no ha sido lo fuerte de España. esto lo dicen los historiadores, pero no estoy del todo seguro, porque hay muchas formas de pensamiento. Aunque le pensamiento filosófico es escaso, no lo es el pensamiento innovador, en muchos campos.

Una forma de pensamiento innovador ya aparece en el planteamiento de la reconquista cristiana frente a la invasión musulmana. Se interpreta esa realidad como pérdida de España y el proyecto es la recuperación de la España perdida, nada parecido ocurre en ningún país de Europa. Lo mismo ocurre con la creación de la primera nación moderna y la supernación a ambos lados del Atlántico. La gran innovación del injerto entre distintas formas de vida, europea y americana, para crear sociedades nuevas, integrando ambas realidades.

Otra innovación es la subordinación de los intereses nacionales a otros superiores: los religiosos, otra innovación no conocida antes. Innovación es la creación de la novela moderna, el teatro, la pintura (El Greco. Velázquez, Goya), que se dirige al fondo de la realidad humana. Todo esto se hace con pensamiento. España es al país rector del mundo durante dos siglos, y esto no es posible sin el pensamiento, aunque ciertamente no es el pensamiento filosófico.

El pensamiento es todo lo que hace el hombre para orientarse y proyectarse en el mundo. En los tiempos actuales se hace necesario orientar a España, donde ha florecido un pensamiento de gran creación y originalidad. esto fue posible por la necesidad imperiosa de tener a qué atenerse, durante la crisis española de fin del siglo XIX. Los autores de la generación del 98 son la prueba fehaciente de esa renovación española del pensamiento, aunque ya tenía antecedentes anteriores.

Son náufragos que no tienen otro remedio que pensar. Esta necesidad del pensamiento le confiere un grado de autenticidad comparable a los presocráticos. Todo ello plenamente saturado de circunstancias españolas. Un ejemplo fuera de España es el caso de Gilberto Freyre, autor lleno de saberes, que se quedó en el Brasil para hacer la obra intelectual más grande de Suramérica en nuestro siglo.

El pensamiento intelectual fue además de gran calidad literaria, por la necesidad de aclimatar el pensamiento en España. El gusto por el pensamiento teórico arraigó de nuevo en España. Esto se realizó desde la tradición del pensamiento occidental. Los intelectuales españoles fueron los menos provincianos del siglo XX, por vocación y por necesidad de partir de una realidad intelectual saturada.

Como consecuencia de todo ello se ha producido una gran extensión del pensamiento en toda la sociedad, hasta el punto de que en ningún país de Europa es posible dar un curso como este, salvo en España. La filosofía se convirtió en el centro de la actividad cultural española. En todas las variedades del pensamiento está presente la filosofía, la frecuencia con que aparecen conceptos filosóficos en las demás ciencias es algo desconocido fuera de España.

El resultado es de una gran creación en los diversos campos del conocimiento. la filosofía surge de la necesidad de radicalidad. Desde Unamuno hasta hoy no se ha interrumpido ese esfuerzo intelectual y filosófico.

La ciencia es escasa en España, esto es una deficiencia de la cultura española, lo mismo que en la mayoría de los países. Es importante remediar esta deficiencia, pero no vayamos a olvidar lo que tenemos: la filosofía, para ir a lo que nos falta. Somo deficitarios en la ciencia por la pobreza teórica, en general, pero hemos conseguido rigor filosófico, y sería un grave error no aprovecharlo para hacer ciencia actual.

Hay que ver de donde vienen las deficiencias. El pensamiento es decisivo porque tiene un carácter fecundante, como ocurre en los mejores pensadores de hoy. Esto es cierto desde el siglo XVII. Detrás de Einstein, Plank, etc. hay filosofía. El estancamiento de muchas ciencias hoy en día es debido a la falta de fecundación filosófica.

En España aparecen en el siglo XX grandes pensadores, como Ramón Menéndez Pidal, pensador de gran rigor intelectual y descubridor de métodos intelectuales apenas seguidos. Su pensamiento es de gran calado, pero continuado en solo algunos aspectos. Otro caso es el de Asín Palacios, arabista de gran penetración intelectual. Gregorio Marañón, que se anticipó a los historiadores actuales.

La historia del arte tiene el gran exponente de Lafuente Ferrari, lleno de pensamiento y filosofía. Pedro Laín, historiador de la medicina, llegando a un nivel sin parangón, como en el caso del libro: "La medicina hipocrática". También se puede citar Fernando Chueca, historiador de la arquitectura, en el que la filosofía ilumina toda su obra.

El influjo de Ortega y Gasset fue enorme, pero a partir de 1960 se decidió no enterarse de su obra, la mayor del siglo en la filosofía, lo que ha llevado a la infecundidad a muchos autores; frente a los que han seguido su obra y continúan al frente de sus disciplinas.

La renuncia al nivel intelectual conseguido por España en el siglo XX, es la renuncia a lo español. La cultura española del siglo ha sido principalmente de cimas. Las empresas españolas, si han de ser originales y fecundas tienen que partir del nivel alcanzado durante en siglo XX en España.

Hay una tentación de enterarse de las cosas españolas después de varios siglos y de que hayan sido nuevamente descubiertas por manos extranjeras, como ocurrió con "El Quijote" o con "El Greco". Es fundamental que no empecemos a vivir por debajo de nosotros mismos. da la impresión de que está todo por hacer, pero se sabe como hacerlo, desde el nivel español del siglo.

Frente a la mera acumulación de saberes, hay que  orientarse desde la realidad personal y social. Esto es lo que se ha logrado en España a lo largo del siglo XX. Se podría partir desde el nivel alcanzado y llegar a la cabeza de cada disciplina intelectual. El resultado es un saber a qué atenerse, un programa completo para España.



Artículo de Julián Marías:  ABC del 11- 3- 1993, donde se pueden apreciar estas mismas ideas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario